Durante los días de representación del “Retablo Popular, La Vaquera de la Finojosa”, la Plaza de la Catedral de Hinojosa del Duque, se transforma en un inusual escenario, en el que participan casi doscientos actores de la propia localidad.
LA PLAZA DE LA CATEDRAL: Es una de las mayores plazas de toda la comarca, que se encuentra enmarcada por grandes casas señoriales que circundan el recinto, entre cuyas construcciones sobresalen tres edificios: la iglesia de San Juan Bautista, la ermita de la Virgen del Castillo y el Ayuntamiento, que se alza justo enfrente de la iglesia de San Juan Bautista.
IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA: La fachada de la iglesia de San Juan Bautista (Catedral de la Sierra), actúa como lujoso telón de fondo, en la representación de la obra de teatro popular, “La Vaquera de la Finojosa». Es el edificio más monumental del norte de Córdoba, que fue declarado Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional el 5 de febrero de 1981.
Comenzado en estilo gótico a finales del S. XV, se prolongó su construcción durante todo el XVI. En 1539 inicia la obra Hernán Ruiz «el Viejo», Maestro de Mayor de Obras del Obispado, su hijo, Hernán Ruiz «el Mozo», transformará el proyecto entre 1559 y 1564, terminándose las obras do años después de su muerte, en 1571. Observada desde el centro de la plaza, se nos muestra como un suntuoso monumento en el que destaca la portada principal, que presenta un entrante respecto a los dos volúmenes que la flanquean y que corresponden al baptisterio y a la sacristía. Es un edificio de planta basilical con tres naves, separadas por pilares de granito con columnas adosadas sobre las que descansan arcos apuntados.
La nave central se cubre con artesonado gótico-mudéjar de par y nudillo con tirantas y decorado con motivos de lacería. Las naves laterales se cubren con bóvedas de nervios, mientras que la cabecera consta de un ábside central y dos laterales, todos planos, cubiertos
con bóvedas estrelladas.
En la nave de la Epístola destacan, la portada que da acceso a la sacristía y el baptisterio que presenta una bella bóveda baída, decorada con lazos y círculos concéntricos. La torre, alta y elegante, sigue como en otros edificios de la sierra el esquema de torre fachada. En 1588 se encarga la construcción del campanario a Juan de Ochoa que lo erige sobre un alto basamento de forma elíptica sobre el que se alzan tres cuerpos decrecientes que recogen la herencia de los Hernán Ruiz. Esta torre constituye el precedente de la construcción por Hernán Ruiz III del campanario de la Mezquita Catedral de Córdoba, que se comienza a construir en 1593.
La portada principal, concebida como un gran arco de triunfo, sigue el modelo de Diego de Siloé para la puerta del Perdón de la Catedral de Granada, resulta la más suntuosa de todo el edificio. Presentando los dos estilos propios del Renacimiento, el Plateresco, que podemos observar en el primer cuerpo, y el Romano, mucho más clásico y que se manifiesta en el cuerpo superior, donde aparece una inscripción con la fecha de inicio y final de la obra.
Ambos estilos son obra de los Hernán Ruiz. En la propia fachada de la iglesia que da a la plaza, encontramos también una serie de interesantes ventanas. Por un lado, tenemos la ventana del baptisterio, conocida como ventana de los tres soles”. En el exterior de la sacristía encontramos tres ventanas platerescas que completan la belleza de la fachada. Presentando entre sus elementos decorativos, niños tenantes que sostienen los escudos de los Zúñiga y Sotomayor, Condes de Belalcázar, y una cartela con la fecha de su construcción. A los pies del edificio destaca un amplio coro con sencillo frontal y sotocoro cubierto de bóvedas estrelladas y de crucería.